Presentan: "Altar de mi Patria"
miércoles, 7 de octubre de 2009
martes, 6 de octubre de 2009
"DE LOS ÚLTIMOS GUITARREROS"
Raúl Silva
Con apenas 15 años y demostrando ya una gran habilidad, acompañaba al cantor y guitarrero Luís Granyar, quien interpretaba los temas del cancionero cuyano. También tomó clases de guitarra, por unos años, con el profesor Teodoro Pelayo, de la localidad de Victoria (partido de San Fernando). Con él, acompañaría a su primer dúo, Carranza – Navarro, en audiciones de Radio “El Mundo”, en el viejo edificio de Maipú 555 de la Capital.Más tarde conocería a los Santafecinos Cevallos, quienes tenían un conjunto de música cuyana. Lino, uno de los hermanos, también formaría parte de “Los Trovadores de Cuyo”; él y Casiano – otro de los Cevallos- le pedirían permiso al padre del “Payo” para que su hijo pudiera vivir con ellos en su casa de la calle Arroyo 1054 en la Capital Federal y así trabajar junto a ellos en tareas de pintura que desempeñaban y, en los tiempos libres, poder tocar la guitarra. Así nació su primer conjunto de guitarras cuyanas: “Los Troveros de Tahuantinsuyo”. (La palabra Tahuantinsuyo proviene de un nombre compuesto por dos vocablos quechuas: Tawa, que significa cuatro, y Suyo, que quiere decir Estado).Por esos años, el joven Ricardo cumpliría unos de sus primeros sueños: conocer a Hilario Cuadros, teniendo la posibilidad de poder “entreverase” entre los “Trovadores de Cuyo”, con menos de 18 años.Al poco tiempo, le toca realizar el servicio militar y, al terminar su servicio a la Patria, se casa con su novia catamarqueña Sofía Leonor Perea, oriunda de “Las Estancias” (Catamarca). Con ella tendría 6 hijos: Luís Santiago, Gladys Fátima, Olga Beatriz, Marcelo, Raúl y Oscar.El gran amor por la música cuyana lo impulsó a ingresar -siendo muy joven aún- a la vieja Asociación Cuyana, donde se reunía con Cuadros, Arancibia Laborda, Eusebio Zárate e Ismael Moreno (gran amigo de Cuadros).También conoció al dúo de sanjuaninos Aguilera – Guerra, a quienes acompañaría en una gira por San Juan, que duró cuatro meses. El conjunto estaba formado por el dúo Aguilera-Guerra, Silva en la 1º guitarra, Héctor Casas en la 2º guitarra y Ramón Rodríguez en ritmo.Asimismo conoció a Marta de los Ríos, a quien acompañaría en San Juan, actuando en el Casino y en la Radio Sanjuanina por varios meses.Luego viaja a Catamarca y, en San Fernando del Valle, busca trabajo. Elías Morco – director de la radio LV 7- lo convoca para que, junto a Ramón Antonio López, sean los guitarristas estables de la radio. Allí conoce a Manuel Acosta Villafañe y a Ramiro Espo Saavedra (glocista de Villafañe). Después de la muerte de Acosta Villafañe, junto con Ramón López y Ramiro Espo Saavedra formarían el conjunto “Manuel Acosta Villafañe” en honor al gran autor y amigo. Además, conocería a una joven e ignota Mercedes Sosa, a quién acompañaría en sus primeros pasos.La incansable personalidad del “Payo”, impulsada por su juventud y sus ansias por buscar nuevos horizontes, lo llevan a San Juan, donde la familia Castro Vaca lo alojaría por unos meses. Ellos, durante un asado entre amigos, le presentarían a “Pipino” Oro (hijo de Raúl Oro), “Pepe” Rico, “Coco” Giménez y “Rolo Sánchez”. Con ellos formaría un conjunto. También conocería a Francisco “Paco” Tormo (hermano de Antonio), quien tenía un negocio de ramos generales en la ciudad y junto a él forma la Academia de Guitarra de San Juan, siendo el “Payo” su director y así, se establece definitivamente en esa ciudad, pudiendo llevar con él a toda su familia.Por esos años conoce al que sería uno de sus grandes amigos: Ernesto Villavicencio, quien era conocido como guitarrista y no, aún, como compositor. Con Villavicencio, Manrique, Barrera y Herrera acompañarían a Fernando Ríos Palacios, gran cantante de tango de la época. También tendría la oportunidad de acompañar años mas tarde en Buenos Aires -junto a Villavicencio- a Adolfo Verón.Cabe destacar que Villavicencio, fue luego guitarrista de Edmundo Rivero, con quien el “Payo” pudo compartir gratos momentos, y junto a el también acompaño a Roberto Goyeneche.Después de muchos años, volvería a su vieja ciudad de Buenos Aires, con una basta experiencia y un nombre ganado. Toda su familia se traslada, junto a él, a la capital porteña. Allí, formaría un conjunto de guitarras junto a Zabala, Bianchi y Pereyra.También comienza acompañar a Antonio Tormo, con el que estaría por más de veinte años.
“Choche” y Pato Márquez Urquiza, Morenito, “El Payo” y “El Zurdo Chavero”
Asimismo, actualmente acompaña, junto a Víctor Moreno y a José Peluffo –quien reemplaza al fallecido “Zurdo”- a Armando Otero, con el que realizaron un disco compacto y están grabando el segundo.También junto a Moreno y Peluffo, hoy en día acompaña al dúo Giunchetti –Madero, con quienes está grabando un trabajo dedicado a los grandes compositores cuyanos.
El Payo Silva, con sus jóvenes 74 años siga la huella firme que dejaron los grandes, el los conoció a casi todos, compartió junto a ellos infinidad de momentos que hoy recuerda con inmenso cariño, generoso los comparte y nos enseña todo ese mundo a veces olvidado, con gran sabiduría. Difícil se separa de su guitarra que lleva como un estandarte de tradición, sin duda, él es la tradición por ser…de los últimos guitarreros.